Hay momentos en la vida en los que todo parece ir de mal en peor. Sé que no soy la única que ha sentido esto. Entre tantas cosas malas, te alejas de lo bueno, como tus amigos y tu familia. Día tras día caes más en un hoyo profundo, sintiéndote sola, sin nadie con quien hablar. La frustración de mantener todos estos pensamientos para uno mismo es infernal. Consumen tu personalidad poco a poco, pero no puedes dejar que tu mente gane. Una inconveniencia tan pequeña como pensamientos repetitivos no puede dominar la vida que has construido.
Yo he decidido centrarme en lo positivo: en lo que he logrado, en las personas que he ayudado, en todo lo que he hecho correctamente. Enfocarme en lo positivo en vez de lo negativo. Pasar más tiempo con las personas que me quieren siempre será una manera de olvidarme de los problemas. Tener tiempo para uno mismo es importante, sin importar cuánto esa pequeña vocecita diga que no te lo mereces, es mentira. El hecho de que lograste terminar otro día debería ser celebrado.
Quizás ahora todo en tu vida esté yendo de la manera incorrecta, pero eso no significa que se mantendrá así. Comienza cada día con una mente abierta, una sonrisa, trata a la gente con cariño, llénate de colores y verás cómo todo se va solucionando.